AGAPE SE PAGA

AGAPE SE PAGA

GADDIS WILLIAM

17,00 €
IVA incluido
Editorial:
SEXTOPISO
Año de edición:
2008
Materia
Narrativa extranjera o traducida
ISBN:
978-84-96867-28-4
Páginas:
116
Encuadernación:
Rústica
Colección:
NARRATIVA SEXTO PISO

Disponibilidad:

  • LIBRERÍAS PICASSO - ALMERÍADisponible en 1 semana
  • LIBRERÍAS PICASSO - GRANADADisponible en 1 semana
17,00 €
IVA incluido
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Su reflexión termina por ser una punzante diatriba contra la sociedad moderna, con sus arraigados anhelos de fortuna y reconocimiento. En esta novela póstuma William Gaddis por fin logró dar forma a uno de los proyectos literarios de toda su vida; el resultado es un relato desgarrador que no concede respiro alguno y que es un magnífico diagnóstico de los efectos de la tecnología, no sólo en el arte, sino en lo más hondo de la vida cotidiana contemporánea. ½Jack Gibbs, figura de reparto en J R y narrador de Agape se paga, se dirige a nosotros desde su lecho de muerte y no es un narrador feliz. Su cuerpo lo ha traicionado y el mundo es una mierda y está dominado por tecnócratas. +Y su novela -en la que lleva trabajando años- se deshace en pedazos sueltos e inconexos. +Queda poco tiempo para volver a afirmar lo mismo de siempre: la tecnología jamás podrá suplantar la creatividad de los hombres. Así que adiós a la puntuación convencional y hola al libre fluir de conciencia y a la libre asociación de ideas que le permiten al narrador -al recitador, en un casi delirio de agonizante- invocar tanto a Glenn Gould como a John Kennedy Toole, Miguel Angel y Tolstói, para destilar una última pócima mágica, un tónico para intentar conseguir el "ágape": la amorosa sensación de ser uno con el mundo celebrada por los primeros y nada burocráticos escritores cristianos. +No lo consigue, claro. Pero en el fracaso de Gibbs está el triunfo de Gaddis alertando desde el Más Allá sobre la música invisible pero cierta de la entropía. Y eso es lo que en realidad es este pequeño inmenso libro: un tractat postrero y una última voluntad y un deseo final de que, al menos, intentemos comprender lo incomprensible. Y después veremos qué hacer al respecto.+ Extracto del prólogo de Rodrigo Fresán

Un hombre que yace en cama moribundo se embarca en un monólogo mental a partir de la mecanización de las artes. Su reflexión termina por ser una punzante diatriba contra la sociedad moderna, con sus arraigados anhelos de fortuna y reconocimiento.

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