- Editorial:
- ANAGRAMA, S.A.
- Año de edición:
- 2009
- Materia
- Ensayo ciencias
- ISBN:
- 978-84-339-6295-9
- Páginas:
- 80
- Encuadernación:
- Rústica
- Colección:
- ARGUMENTOS
- LIBRERÍAS PICASSO - ALMERÍADisponible en 1 semana
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EN EL LABERINTO DE LA INTELIGENCIA
GUÍA PARA IDIOTAS
ENZENSBERGER HANS MAGNUS
Disponibilidad:
En este pequeño ensayo Hans Magnus Enzensberger, uno de los creadores más agudos y significativos de nuestro tiempo, se adentra en el laberinto de la inteligencia y de nuestros intentos por medirla, demostrando precisamente la idiotez de los tests de inteligencia. El pensador alemán acude a las raíces del concepto inteligencia y rastrea su evolución histórica en las lenguas europeas. Enumera los términos que utilizamos para calificar la inteligencia o la falta de ella, y descubre que son mucho más numerosos los que se refieren a la estupidez. A veces desternillante, a menudo instructivo, siempre perspicaz, Enzensberger termina ironizando sobre las pretensiones de los apóstoles de la inteligencia artificial y pone un lírico punto final con su Himno a la estupidez. ½Como siempre, tras la estela de sus antepasados clásicos y románticos, ha sabido mantener el equilibrio entre el pensamiento estético y el pensamiento científico+ (Willy Hochkeppel, Süddeutsche Zeitung); ½Tremendamente entretenido e instructivo+ (Ch. Geyer, Frankfurter Allgemeine).
En este pequeño ensayo Hans Magnus Enzensberger, uno de los creadores más agudos y significativos de nuestro tiempo, se adentra en el laberinto de la inteligencia y de nuestros intentos por medirla, demostrando precisamente la idiotez de los tests de inteligencia. El pensador alemán acude a las raíces del concepto inteligencia y rastrea su evolución histórica en las lenguas europeas. Enumera los términos que utilizamos para calificar la inteligencia o la falta de ella, y descubre que son mucho más numerosos los que se refieren a la estupidez. A veces desternillante, a menudo instructivo, siempre perspicaz, Enzensberger termina ironizando sobre las pretensiones de los apóstoles de la inteligencia artificial y pone un lírico punto final con su Himno a la estupidez. «Como siempre, tras la estela de sus antepasados clásicos y románticos, ha sabido mantener el equilibrio entre el pensamiento estético y el pensamiento científico» (Willy Hochkeppel, Süddeutsche Zeitung); «Tremendamente entretenido e instructivo» (Ch. Geyer, Frankfurter Allgemeine).