POESIA COMPLETA

POESIA COMPLETA

EDICION Y PROLOGO DE EMILIO MIRO

CONDE CARMEN

56,00 €
IVA incluido
Editorial:
CASTALIA, EDITORIAL
Año de edición:
2007
Materia
Poesía española o hispanoaméricana
ISBN:
978-84-9740-234-7
Páginas:
1182
Encuadernación:
Tela
Colección:
SELECCIONES CASTALIA

Disponibilidad:

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56,00 €
IVA incluido
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ENCUADERNACION EN TELA SON SOBRECUBIERTA CENTENARIO DE CARMEN CONDE [Cartagena, 15 de agosto de 1907 - Madrid, 8 de enero de 1996] La obra poética de Carmen Conde se extiende a lo largo de casi sesenta años, entre 1929 y 1988, con treinta y siete libros que la convierten en una de las voces más prolíficas de la poesía española no sólo del siglo XX sino de todos los tiempos. A partir de los años veinte la joven cartagenera irá afianzando y depurando su voz lírica bajo los magisterios de J. R. Jiménez y Gabriel Miró, reconocidos por ella misma en muchas y diferentes ocasiones y lugares. A estas dos influencias literarias hay que unir un hecho trascendental, para su obra futura y para su vida: con veinte años, en abril de 1927, conoce al poeta Antonio Oliver Belmás, uno de los directores de la revista Sudeste y que fue, hasta su muerte el 28 de julio de 1968, su marido. Esta edición conmemorativa del primer centenario del nacimiento de Carmen Conde, preeparada por el profesor Emilio Miró, recoge la totalidad de su obra poética: Desde su primer libro "Brocal" (1929) hasta "Una Palabra Tuya" (1988). [à] Su admiración por la hermosura del mundo, de los seres hermosos, elevan su poesía hasta la exaltación, y su voz hiperbólica, su vitalismo sin freno, idealizan todo lo cantado: desde los cuerpos jóvenes hasta la tierra y el mar permanentes. Buscó a Dios, incansable; a veces, extenuada, y otras, desconcertada, furiosa, ante su silencio y el sufrimiento humano. Enamorada de la vida, supo del dolor y todas sus heridas, todas sus pérdidas. Escribió, por tanto, de la ausencia, del vacío, del tiempo arrasador, de la Muerte. [à] Escribió alguien que tres factores hacen que la vida llegue a merecer la pena: los libros, los amigos y los viajes. Los tres muy presentes en la existencia de Carmen Conde. Entrelazados, nutrieron vida y escritura: su misma realidad. Que nació y creció, y estuvo siempre acompañada, de sus vivos y sus muertos. [Fragmentos del Prólogo de E. Miró] IDENTIFICACION Mis ojos no te buscan sobre la tierra inmensa: eres tú mis ojos dilatándose. Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos soy yo que te libero de mí para que llores. ¡Cuán tú soy yo conmigo, amor que me enajenas! ¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte viniéndote de mí, muriéndome contigo! La trama del latir en cuerpo que no es tuyo ni mío solamente: un cuerpo de dos seres que funden la unidad de dos que son ya uno. [En "Ansia de la gracia"]

ENCUADERNACIÓN EN TELA SON SOBRECUBIERTA


CENTENARIO DE CARMEN CONDE


[Cartagena, 15 de agosto de 1907 - Madrid, 8 de enero de 1996]





La obra poética de Carmen Conde se extiende a lo largo de casi sesenta años, entre 1929 y 1988, con treinta y siete libros que la convierten en una de las voces más prolíficas de la poesía española no sólo del siglo XX sino de todos los tiempos. A partir de los años veinte la joven cartagenera irá afianzando y depurando su voz lírica bajo los magisterios de J. R. Jiménez y Gabriel Miró, reconocidos por ella misma en muchas y diferentes ocasiones y lugares. A estas dos influencias literarias hay que unir un hecho trascendental, para su obra futura y para su vida: con veinte años, en abril de 1927, conoce al poeta Antonio Oliver Belmás, uno de los directores de la revista Sudeste y que fue, hasta su muerte el 28 de julio de 1968, su marido.


Esta edición conmemorativa del primer centenario del nacimiento de Carmen Conde, preeparada por el profesor Emilio Miró, recoge la totalidad de su obra poética: Desde su primer libro "Brocal" (1929) hasta "Una Palabra Tuya" (1988).





[...] Su admiración por la hermosura del mundo, de los seres hermosos, elevan su poesía hasta la exaltación, y su voz hiperbólica, su vitalismo sin freno, idealizan todo lo cantado: desde los cuerpos jóvenes hasta la tierra y el mar permanentes. Buscó a Dios, incansable; a veces, extenuada, y otras, desconcertada, furiosa, ante su silencio y el sufrimiento humano. Enamorada de la vida, supo del dolor y todas sus heridas, todas sus pérdidas. Escribió, por tanto, de la ausencia, del vacío, del tiempo arrasador, de la Muerte. [...]


Escribió alguien que tres factores hacen que la vida llegue a merecer la pena: los libros, los amigos y los viajes. Los tres muy presentes en la existencia de Carmen Conde. Entrelazados, nutrieron vida y escritura: su misma realidad. Que nació y creció, y estuvo siempre acompañada, de sus vivos y sus muertos.


[Fragmentos del Prólogo de E. Miró]








IDENTIFICACIÓN





Mis ojos no te buscan sobre la tierra inmensa:


eres tú mis ojos dilatándose.


Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos


soy yo que te libero de mí para que llores.





¡Cuán tú soy yo conmigo, amor que me enajenas!


¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte


viniéndote de mí, muriéndome contigo!





La trama del latir en cuerpo que no es tuyo


ni mío solamente: un cuerpo de dos seres


que funden la unidad de dos que son ya uno.





[En "Ansia de la gracia"]

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