LIZASOAIN HERNÁNDEZ JAVIER
Paloma Castro, hija del difunto profesor Julio, no hizo caso al mejoramigo de su padre cuando le aconsejó que dejase reposar las fotos delos muertos; tampoco, cuando su madre le recomendó que no seempeñase en encontrar respuestas a todas sus preguntas. Así fuecomo junto a su hermano Emilio se embarcó en encontrar esasrespuestas. ¿Qué secretos les revelaron las calles de Roma para queella finalmente confesase: “Estoy aprendiendo a vivir lo que tengo,solo lo que hay, lo que es, el presente más inmediato, el de cada día”?
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