CRUZ VICENTE / IGLESIAS GRACIA
Había una vez una viejecita que todas las noches tenía visita. Y siempre ofrecía, sin mucho copete, a su buen amigo un cuidado banquete. Los dos disfrutaban de la compañía. El búho ululaba y el gato dormía. Pero aquella noche, a la hora acordada, llegó el visitante y? ¡no encontró nada! La vela apagada, la rueca vacía y en la mecedora nadie se mecía. Ni el búho ululaba, ni el gato dormía. De pronto?
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información