MEMORIAS DE UN LIBRERO PORNOGRAFO

MEMORIAS DE UN LIBRERO PORNOGRAFO

COPPENS ARMAND

16,00 €
IVA incluido
Editorial:
TUSQUETS, EDITORES
Año de edición:
2006
Materia
Narrativa erótica
ISBN:
978-84-7223-181-8
Páginas:
282
Encuadernación:
Rústica
Colección:
SONRISA VERTICAL

Disponibilidad:

  • LIBRERÍAS PICASSO - ALMERÍADisponible en 1 semana
  • LIBRERÍAS PICASSO - GRANADADisponible en 1 semana
16,00 €
IVA incluido
Añadir a favoritos

Este es uno de los típicos libros

eróticos, aclamados por la crítica aficionada al género, cuya leyenda ha

rodeado de un halo de misterio debido, ante todo, a la imposibilidad por parte

de quienes han tenido interés en investigar la identidad de su autor, ni de

saber a ciencia cierta si Armand Coppens

es su verdadero nombre, ni si es realmente librero.



  

La edición que ha llegado a manos de los lectores franceses -y que ha dado

ha conocer este libro- lleva el copyright

ilocalizable de «Marie Concorde, éditeur 1970» ; dice ser una traducción

del inglés (atribuida a una tal Françoise Maleval) de Memoirs of Erotic Bookseller, cuyo autor es Armand Coppens «con la colaboración de su esposa, Clémentine, exhausta,

y de su lejano amante»... Dados la ausencia -intencionada o no- en el título

inglés del artículo an (un) delante

de Erotic (que, en todo caso, es un

error revelador del poco conocimiento del inglés del autor) y el nombre de la

esposa de éste -Clémentine-, evidentemente francés, los curiosos e

investigadores llegaron a la conclusión de que el recurso a una posible

traducción del inglés no fue sino una artimaña para despistar a posibles

indiscretos y que Armand Coppens es

(o era), efectivamente, de nacionalidad francesa o, por lo menos, de lengua

francesa.



  

Hace pocos años, el editor y escritor francés Jean-Jacques Pauvert, especialista en literatura erótica, nos puso

sobre la pista de un posible librero,

de nombre Armand Coppens, en

Amsterdam, Holanda. Pero ni él ni nosotros obtuvimos respuesta a nuestras

cartas, ni tenemos constancia de que exista tal librero, ni de nadie que

responda a este nombre, en la dirección que se nos dio. Por lo tanto, sigue el enigma.



  

Sea como fuere, el caso es que estas Memorias de un librero pornógrafo se inscriben, aunque la historia

se sitúe en nuestro siglo y bien podría estar ocurriendo todavía ahora en

cualquier ciudad de Europa, en la mejor tradición francesa de la literatura

erótica del siglo XVIII, siglo muy fructífero y eminentemente creativo en este

género.



  

Este librero de ocasión pasa de la página al acto, de la biblioteca a la

alcoba, del libro a la cama con el desenfado y el tacto de un erudito y de un

disoluto. Entre lo que la lectura de ciertos libros suscita en la fantasía

sexual de un librero bibliófilo y los actos que su fantasía le conducen

irresistiblemente a llevar a cabo, median apenas sutiles fronteras que ningún

ser humano sería capaz de delimitar y menos aún de juzgar... Porque quien esté

libre de pecado de imaginar y fantasear ¡que tire la primera piedra !

Artículos relacionados