VICENTE ROJO RETRATO DE UN GENERAL REPUBLICANO

VICENTE ROJO RETRATO DE UN GENERAL REPUBLICANO

RETRATO DE UN GENERAL REPUBLICANO

ROJO JOSE ANDRES

22,00 €
IVA incluido
Editorial:
TUSQUETS, EDITORES
Año de edición:
2006
Materia
Historia de europa edad antigua
ISBN:
978-84-8310-455-2
Páginas:
464
Encuadernación:
Rústica
Colección:
TIEMPO DE MEMORIA

Disponibilidad:

  • LIBRERÍAS PICASSO - ALMERÍADisponible en 1 semana
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IVA incluido
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Militar,

católico y patriota. Con esos términos se presentaba Vicente Rojo y, por eso

mismo, su compromiso con la República ha resultado para muchos historiadores un

enigma. Sin embargo, su radical entrega al desafío de ganar la guerra al

fascismo y la modernidad de muchas de sus ideas nos descubren a un militar

atípico que participó del clima de renovación que se inició en España con la

llegada de la República.







Cuando las tropas franquistas se disponían a tomar Madrid

en noviembre de 1936, Vicente Rojo (Fuente la Higuera, 1894) fue nombrado jefe

de Estado Mayor de las fuerzas militares de la defensa y encargado, por tanto,

de dirigir la resistencia de una ciudad que se daba casi por perdida. Madrid

resistió y, a partir de entonces, su papel en el Ejército Popular cobró cada

vez mayor relevancia. En mayo de 1937, con la llegada de Negrín al poder, se

convirtió en la figura más destacada de las tropas republicanas: las batallas

de Brunete y Belchite, la toma de Teruel o la maniobra del Ebro, entre otras,

fueron algunas de las iniciativas que puso en marcha con la voluntad de frenar

el avance de las fuerzas de Franco.



Tras la campaña de Cataluña, siguió ocupándose de las

tropas recluidas en Francia en diferentes campos de concentración. Cuando iba a

incorporarse a la zona central, se produjo el golpe de Casado, que precipitó el

final de la guerra. Se exilió en Buenos Aires (Argentina), de 1939 a 1943, y en

Cochabamba (Bolivia) hasta 1957, año en que, gravemente enfermo, regresó a

España. Fue juzgado por los tribunales militares franquistas y condenado a

cadena perpetua


por «auxilio a la rebelión militar». Aunque indultado, se le mantuvieron las

penas accesorias: interdicción civil e inhabilitación absoluta. Murió en 1966.

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